Un estudio publicado en mayo de este año por investigadores del Instituto Nacional de Salud en Estados Unidos evalúa la relación entre el uso de complejos polivitamínicos y la incidencia (número de casos nuevos por año) de cáncer de próstata. Lawson K. y col. analizaron en 295334 personas a través de un cuestionario (1195 – 1996) la conducta alimentaria, uso de vitaminas, factores demográficos y conductas relacionadas a la salud y los siguieron en forma prospectiva a lo largo de 5 años. Se consideró en forma particular la asociación entre el uso de vitaminas y el riesgo de padecer cáncer de próstata.
El ensayo demostró que el uso de multivitaminas no se asoció a un incremento en el número de casos de cáncer de próstata localizado, pero si se observó que los hombres que usaban complejos multivitamínicos más de 7 veces por semana duplicaban el riesgo de padecer cáncer de próstata avanzado (diseminado a otros órganos) con respecto a aquellos que no utilizaban ningún suplemento vitamínico. La incidencia de cáncer de próstata avanzado o fatal (número de casos nuevos por año) en el primer grupo fue de 144 y 19 respectivamente en comparación con 113 y 11 para los hombres que pertenecían al segundo grupo. Paralelamente un análisis complementario demostró mayor riesgo en hombres con antecedentes familiares de cáncer de próstata y con ingesta de micronutrientes como zinc, selenio o β caroteno.
Este estudio demuestra que el uso de polivitamínicos no aumenta la incidencia de cáncer de próstata. Los resultados en cuanto a cáncer de próstata avanzado merecen mayor investigación.
Otros estudios que evalúan la suplementación con vitamina D y E no demostraron disminuir la incidencia de tumores digestivos o de cáncer de próstata pero tampoco aumentarla. Los resultados aún no son concluyentes para recomendar su administración.
Instituto Alexander Fleming
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